MOCION SOBRE EL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA (LOMCE)
Desde la llegada del PP al gobierno central, los recortes educativos han supuesto un grave deterioro de la educación pública, tanto en el desarrollo de las enseñanzas como en las políticas de personal: precarización de condiciones laborales del profesorado, cerca de 80.000 docentes menos, más estudiantes por aula, menos becas y más tasas, etc. A todo esto hay que sumar que el PP se ha comprometido a rebajar para 2015 la inversión pública educativa hasta el 3,9% del PIB, lo que supondrá situarnos a la cola de la UE y de la OCDE.
Estos recortes se quieren afianzar mediante una reforma educativa plasmada en la denominada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). El Proyecto de dicha Ley, que se acaba de remitir al Congreso de los Diputados en su cuarta versión, es ante todo una contrarreforma ANTIPEDAGÓGICA, que muestra una profunda ignorancia acerca del funcionamiento de los procesos educativos y que es contraria a lo que la investigación científica nos viene enseñando sobre las insuficiencias de una enseñanza basada en la presión del examen, que sólo puede conducir al aumento del abandono y del fracaso escolar, frente a un modelo educativo centrado en las necesidades y motivaciones del alumnado para contribuir al éxito escolar de todos y todas.
Es a su vez una reforma IMPUESTA, sin un diagnóstico riguroso y compartido, sin debate previo y de espaldas a la comunidad educativa. Se plantea SIN RECURSOS suficientes y en medio de brutales recortes que degradan la calidad educativa y atentan contra su equidad, como ha señalado el propio Consejo de Estado en el preceptivo dictamen.
Esta Ley tiene un marcado enfoque MERCANTILISTA, suprimiendo materias y contenidos considerados poco “útiles” para la “empleabilidad”. Es también una reforma PRIVATIZADORA, que incluye a los “agentes privados” como parte del sistema educativo, que permite crear centros privados con recursos públicos, que extiende y fomenta los conciertos, otorgando un papel subsidiario a la escuela pública. Es SEGREGADORA, que restaura viejos itinerarios selectivos desde los 13 años, devalúa la Formación Profesional y convierte la educación en una carrera de obstáculos.
Es una reforma ANTIDEMOCRÁTICA y COMPETITIVA, que suprime competencias de la comunidad educativa, que promueve la competitividad entre los centros en lugar de la cooperación, estableciendo clasificaciones según resultados o ranking que servirán para obtener mayor financiación. Es ADOCTRINADORA, que potencia la enseñanza de la religión e impone una alternativa “dura y evaluable” al gusto de la jerarquía católica y SEXISTA, que permite la enseñanza separada por sexos. Es una reforma RECENTRALIZADORA que menosprecia la diversidad lingüística y cultural de las comunidades autónomas, invade sus competencias y revela una gran desconfianza hacia el profesorado.
En definitiva, nos encontramos ante viejas recetas que no han dado los resultados esperados en aquellos países donde se han aplicado y que la comunidad científica internacional viene rechazando de plano. Se apuesta claramente por clasificar y segregar al alumnado, excluyendo del tronco común, desde edades muy tempranas, a quienes tienen más dificultades y necesitan mayor apoyo escolar. Y se opta también por consolidar dos redes de centros educativos, financiadas con dinero público, pero dirigidas a un alumnado bien diferenciado: los centros públicos como red asistencial, destinada a los sectores más desfavorecidos; y los centros privados concertados, destinados a satisfacer cierta “demanda social” mediante la selección de su alumnado.
Izquierda Unida, uniendo su voz a la gran mayoría de la comunidad educativa, considera que las medidas necesarias para mejorar nuestro sistema educativo tienen que ir en la dirección contraria, asegurando una educación de calidad para todos y todas en condiciones de igualdad, que asuma el compromiso de elevar el nivel de formación de todo el alumnado, sea cual sea su origen social o procedencia y su situación de partida, sin segregar ni limitar sus posibilidades futuras.
Por todo ello, el Grupo Municipal de Izquierda Unida – Los Verdes presenta, para su aprobación por el Pleno, la siguiente
MOCIÓN
- Solicitar la retirada del proyecto de LOMCE, por haberse gestado sin el necesario debate previo, sin contar con el profesorado y de espaldas a la comunidad educativa y a la investigación pedagógica.
- Instar al gobierno central a que promueva un amplio debate público, con participación de expertos y de todos los sectores del ámbito escolar, para alcanzar realmente un diagnóstico riguroso y compartido sobre las causas de los principales problemas de nuestro sistema educativo, con el fin de plantear medidas efectivas y recursos suficientes para extender y mejorar nuestra educación pública, avanzando hacia un modelo educativo que permita asegurar el éxito escolar de todo el alumnado y la formación de personas más iguales, más libres, más críticas, mas solidarias y más creativas, comprometidas en la construcción de un mundo más justo.
- Solicitar la dimisión del Ministro Wert, que está imponiendo continuos recortes a la educación pública provocando su deterioro y desmantelamiento, cuando tendría que ser su máximo garante y mas firme defensor.
- Instar al gobierno central y al de la Comunidad de Madrid a blindar la educación pública frente a los recortes, destinando un “rescate” similar al que se ha aplicado a bancos y grandes grupos financieros y aumentando los presupuestos para educación pública en los PGE y en los presupuestos autonómicos hasta equipararse con la media europea en porcentaje de PIB, asegurando un sistema integral de becas, así como la gratuidad de materiales didácticos, actividades de ampliación de horario, comedor y transporte escolar en la enseñanza obligatoria.
- Dar traslado de la presente moción al gobierno central, al gobierno de la Comunidad de Madrid y a los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados y del Senado.
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