Archivo25/06/2013

En el año 2006 se aprobó el Plan Regional de Residuos Urbanos que planteaba trasladar a los municipios la competencia en el tratamiento de residuos urbanos, sin contemplar ninguna inversión en nuevas instalaciones por parte de la Comunidad de Madrid y que impuso la creación de tres grandes mancomunidades (entre ellas la del Sur –de la que forma parte Majadahonda- que abarca municipios tan distantes como Robledo de Chavela y Pinto), cuyo diseño se aleja de los criterios de racionalidad y proximidad que deben regir la gestión de los residuos, lo que implica mayor impacto ambiental y el encarecimiento de su transporte. Este Plan, lejos de plantear objetivos ambientales de largo alcance, no pasó de ser un plan de mínimos sin establecer objetivos de reducción más allá de lo obligatorio por ley, saltándose el cumplimento de las obligaciones que, de seguir así, en 2016 podrían haber quintuplicado los residuos biodegradables en lugar de haberlos reducido en un 75% como se establecía. En el caso de las infraestructuras propuestas, se orienta hacia el modelo de incineración o el arco de plasma, que suponen importantes impactos ambientales, altas inversiones y unos costes de explotación que podrían multiplicarse por casi 10, además de[…]