Las llaves de la memoria
El director andaluz Jesús Armesto recalca en esta cinta la necesidad de conocer la verdadera de la cultura andaluza y su legado. Las raíces de una cultura mestiza y única en Europa que ha dejado grandes referentes en la actualidad. Aunque la conocida y posterior Reconquista cristiana intentara borrar sus huellas.
‘Las llaves de la memoria’ es un documental “que se adentra en la historia silenciada de Andalucía”. Ocho siglos ninguneados de conquistas falsas con fuentes historiográficas que documentan la etapa conocida como la Reconquista (una expansión colonialista del imperio nacional católico) y que atribuyó para su puesta en marcha que en el año 711 se llevó a cabo una “falsa invasión árabe”. Jesús Armesto, director de la película, profundiza con esta cinta en las raíces de una cultura “muy original y peculiar” en Europa como ha sido la andaluza. “Llena de mestizajes de las tres culturas que convivieron en la desconocida Al Ándalus y que fue eliminada en la posterior etapa de la Edad Media”, aclara el director a Público.
El documental cuenta con una figura central. Sofía, una joven estudiante andaluza, inicia una tesis universitaria sobre la historia de Andalucía en la que descubre, gracias a las revelaciones de catedráticos, hispanistas, historiadores y arabistas, que “la Península Ibérica nunca fue invadida por los árabes, que Al Ándalus fue un lugar de paz, convivencia y tolerancia en el que habitaban tres religiones y una misma cultura”. También repasa como el ejército con el que los Reyes Católicos conquistaron Granada para la causa castellana estaba compuesto en su mayoría por musulmanes o que las crónicas del momento se escribieron casi dos siglos después con un puro objetivo político y propagandístico.
“La conquista castellana de Al-Ándalus no fue un conflicto religioso como nos han dicho, sino político y económico, que ha servido para expulsar lo diferente y edificar un proyecto nacional sobre la xenofobia y el desprecio a la diversidad”, sostiene el director.
El destacado arabista Emilio González Ferrín participa en la ‘Llaves de la Memoria’ negando la fecha de invasión árabe en el 711. “En esa etapa histórica no estaban codificados el Corán ni ninguna tradición islámica», afirma Ferrín, que dirige el Departamento de Filologías en la Universidad Pablo de Olavide. «A la lengua árabe le faltaba un siglo para ser una lengua internacional. Quien quiera que entrase en la península Ibérica ni era musulmán ni hablaba árabe», resume el arabista.
Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura y Paz recalca la necesidad de conocer la “cultura andalusí” y de encontrar “multitud de huellas que narran lo que fue la verdadera historia de Al Ándalus”.
La reconquista: una falacia
González Ferrín puntualiza en el documental cómo “se ha escrito gran parte de esta historia desde los reinos de León y Asturias. Y la historia de Andalucía ha sido sometida por los principios del nacional catolicismo”.
¿Qué ha provocado que este relato haya llegado sesgado hasta nuestros días?. Los expertos destacan que nunca tuvo sentido en Andalucía hablar de invasión árabe. “Se trata de una impostura ya que se ha asumido un relato literario y se ha hecho histórico perviviendo a lo largo de los siglos. Además se hace necesario hablar de invasión cuando se habla del término Reconquista donde “el mal siempre viene de fuera, los malos son los otros en este caso el imperio de Oriente Medio”. Y es que en aquella etapa se desarrollaría “una progresiva arabización de un régimen que procedía de la zona de Oriente Medio y que nunca se impuso a la población”, afirma con rotundidad González Ferrín.
Intentar buscar “todo lo que somos y lo que descocemos”
Cuando le preguntamos a Jesús Armesto, director de la película, sobre el principal objetivo del documental relata cómo “España se ha camuflado y lo sigue haciendo en un proceso de colonización del que no se ha despojado”. Por ello hay que intentar buscar “todo lo que somos y lo que desconocemos”, aclara. “Ese es el principal fin de las Llaves de la Memoria que se puede extrapolar a otro momento” Y no solo en aquella lejana etapa sino de forma reciente como puedo ocurrir con la dictadura franquista. “El mensaje más importante es que somos resultado de esa mezcla gigantesca, preciosa y tenemos que poner toda la energía para integrar todo nuestro pasado. No podemos negarlo”.
La originalidad del mestizaje en Andalucía recorre ocho siglos que nos “ha convertido en lo que ahora somos, un fruto muy original para Europa”. La convivencia en Al Ándalus de tres culturas que se respetaban mutuamente como fue a través de judíos, cristianos y musulmanes parece olvidada en aquel concepto de diversidad. “Nuestro principal problema es que no tenemos un hueco para la diversidad en pleno siglo XXI. Y hace ocho siglos, convivían muchas culturas”.
Pero entonces ¿Hay datos que permitan conocer la equivocación historiográfica de la Reconquista? González Ferrín habla de la conquista castellana de 1248 en Sevilla. “Un proyecto político de Fernando III el Santo que se produce con centenares de grupos de soldados árabes”. El rey castellano estaba conquistando por razones políticas no ideológicas con tropas musulmanas que lo acompañaban junto al apoyo del señor Arjona, que permitió la pervivencia de Al Ándalus, dos siglos y medio más.
El fenómeno de la extranjerización de la cultura andalusí
Sebastián de la Obra, historiador, bibliotecario y documentalista especializado en asuntos sefardíes reclama la falta de espacio en la cultura hispana del valioso legado andalusí, que promovió el concepto de extranjerización donde todo lo musulmán se rechazaba de nuestra propia cultura. “Tenemos que hablar de Al Ándalus como un período que se define como una construcción social y política donde la diversidad tiene un papel primordial”. A raíz de la construcción de los reinos castellanos y la identidad unitaria hispánica “solo cabe un solo dios, una lengua un territorio. Y sobra la diversidad, sobran dos pilares. Sobran nuestros musulmanes y los judíos”, destaca de la Obra.
El primer elemento para fomentar la cultura hispana es “extranjerizar y dejar huir una parte de lo que somos”. Solo admitimos a los castellanos, a los que hablan lengua romance y a los cristianos . “Todo aquello que no responde a esa trilogía no corresponde a nuestra identidad”.
La estrategia hegemónica que se gestó en el siglo catorce y pervive hasta nuestros días se identifica con problemas tan actuales “como lo que ocurre en Catalunya donde no se entiende nada fuera de esa unidad reconocida del Imperio Español”, apunta el director Jesús Armesto.
“Catalunya es hoy también un centro de poder y un centro social y que también fue conquistado y colonizado. Catalunya ha sido la región de España que más ha hecho por acceder a su propia historia, a estudiarla minuciosamente para poder relatarla. Catalunya ha podido conocer su pasado y contarlo en los colegios” afirma el director.
El Catedrático de Historia de la Universidad de Córdoba, Enrique Soria considera la “importancia de mantener ese discurso único”. Y hace una llamada de atención a la ciudadanía. “Hay que hacer una reinterpretación absoluta para entender lo que somos, lo que fuimos. Venimos de un franquismo que basó una España única en la idea de un imperio que viene muy de lejos”.
Sin embargo, la historia ha dejado, según reconoce en la cinta Antonio Manuel, otro de los expertos, los desconocidos “espasmos de la memoria” que han dejado fuera de la hegemonía el habla andaluza, el arte como el flamenco o la gastronomía árabe en el sur. Identificaciones culturales de aquella lejana Al Ándalus que perviven intactos.
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