El pasado 13 de
marzo de 2019 se celebró un Pleno Extraordinario para tratar la propuesta del PP
para la cesión gratuita y a perpetuidad de una parcela municipal, valorada en
más de 2’7 millones de euros, y con una extensión de más de 6.000 m2, para la
construcción de un centro religioso en Roza Martín. A pesar de iniciarse los
trámites en 2013, el PP quería dejar finiquitado por urgencia este asunto antes
de finalizar la legislatura.
IU viene
denunciando desde hace muchos años la falta de previsión municipal a la hora de
adecuar nuestros equipamientos públicos al crecimiento poblacional de las
últimas décadas. En Roza Martín, además, es algo todavía más evidente, al ser
una zona que no cuenta con ningún equipamiento social, ni cultura o deportivo,
por ejemplo.
Aunque la
propuesta inicial del PP era la cesión gratuita y a perpetuidad de esta gran
parcela municipal, finalmente ha sido aprobada una enmienda de Ciudadanos para
que esta cesión se limite a 75 años. IU ha votado en contra tanto de la cesión a
75 años, como de la cesión a perpetuidad, puesto que IU considera que ninguna
parcela municipal debe cederse para la construcción de ningún centro religioso.
IU siempre ha defendido la necesidad de lograr un Estado laico, con verdadera
separación entre el Estado y las diferentes confesiones
religiosas.
Además de por
convicción laica, IU ha rechazado la cesión gratuita de esta parcela porque
entendemos que Majadahonda en general, y Roza Martín en particular, no cuentan
con los suficientes equipamientos públicos que una población de más de 70.000
personas requiere. Es por ello que Juancho Santana, portavoz de IU en el
Ayuntamiento de Majadahonda, ha recordado que hace apenas 15 días se aprobó por
el Pleno una moción de Ciudadanos destinada a construir un centro cultural en la
misma parcela que ahora Ciudadanos ha aprobado ceder para la construcción de un
centro religioso.
En otro orden de
cosas, la propuesta realizada por la Concejalía de Urbanismo incluye elementos
inaceptables dentro de los pliegos de condiciones. Por un lado, para cumplir con
el planeamiento urbanístico, el centro a construir debe ser “religioso y
social”, dado que en el PGOU esta parcela está definida como de uso social, e IU
entiende que si el PGOU marca que la parcela debe destinarse a un equipamiento
social y, además, el Pleno aprueba construir en ella un centro cultural, no cabe
rizar el rizo para darle un uso “religioso y social”. Y, por otro lado, para
cumplir el uso social se incluyen unas valoraciones y condiciones más que
cuestionables: además de contemplar una bolsa económica de beneficencia, se
incluyen labores obligatorias de voluntariado, así como fomento de la igualdad.
IU entiende que es un grave error que una confesión religiosa pueda gestionar
elementos de responsabilidad de nuestros servicios sociales pero, además, es más
grave si tiene que fomentar principios en que las confesiones religiosas no
creen, como es la igualdad.
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